jueves, 14 de abril de 2011

RED

"Old my ass!"

Palomera, divertida y disfrutable. Dirigida por Robert Schwentke en el año 2010, esta película propone un entretenimiento a la old school (literal). La historia se basa en el cómic del mismo nombre y de la cuna de DC Comics que relata la historia del veterano y retirado de la CIA Frank Moses (Bruce Willis) quien tratando de adaptarse a su nueva vida de jubilado, se enamora de su promotora de pensiones.

Así, dispuesto a continuar con su vida y conocer a su enamorada, Frank programa un viaja a Kansas City . Pero su viaje y sus planes son cancelados a partir de un ataque ejecutado por -aparentemente- miembros de la CIA quienes irrumpen en su casa para tratar de matarlo. Conociendo el modus operandi de esta agencia, nuestro old hero trata de salvar a su enamorada, al mismo tiempo que debe reunir a su grupo de amigos también jubilados para descubrir quién y por qué tratan de matarlo.

Divertidísimo ver en pantalla a tanto actor veterano (Helen Mirren, Morgan Freeman, John Malkovich) repartiendo golpes y balazos. No se pierdan a Mr. Malkovich peleando con su cerdo.

GRACIAS Alonso por prestármela.

jueves, 7 de abril de 2011

Romeo+Juliet

Un clásico contemporáneo.

Una de las tantas obras que volvieron atemporálmente famoso al escritor inglés William Shakespeare se reviste de contemporaneidad (1996) y bajo la dirección de Baz Luhrmann tuvimos en pantallas grandes la versión más rockera y estética que haya existido de esta obra en su forma comercial.

Todos saben la historia del amor prohibido entre Romeo Montesco y Julieta Capuleto, todos la leímos o escuchamos, pero pocos nos hemos dado la oportunidad de saborearla en esta versión 2.0 que explota en una gran experiencia estética.

De entrada el guión respeta las construcciones gramaticales originales. Diálogos que contrastan con la aspereza del rock que no deja de musicalizar Y sonorizar la trama. Sobre esta estructura, el director encontró una manera de construir los ambientes ya conocidos, pero aterrizados en locaciones comunes y no corrientes como California o la Cd. de México, logrando un mayor nivel de conexión con el espectador.

Las actuaciones son las necesarias: ni más, ni menos (aunque la verdad no he visto una mejor actuación de John Leguizamo...), y todos estos elementos ya mencionados son servidos a nuestra pupila en charola de mil colores. Basta observar toda la secuencia de la fiesta, la iglesia, el puerto, etc.

Por último y obviamente no menos importante: LA MÚSICA. Excelente soundtrack ideado, planeado y editado no por ingenieros de audio sino por productores musicales como Nellee Hooper (Björk, Garbage, Radiohead) y Marius de Vries (The Sugarcubes, David Bowie, Brian Eno), así como por el compositor Craig Armstrong. Ahí nada más uno de los lujos que sólo Luhrmann se podía dar.

La elección de las canciones es un tanto ecléctica pero logran una buena unidad al escucharlas en pantalla o en el CD. En lo personal me gustó mucho lo que hacen con #1 Crush de Garbage, al descomponerla de tal manera que se escucha como una especie de co
nstante lamento a lo largo de todo el film.

Además debo reconocer que quedé bastante sorprendida con la historia detrás de Exit Music (For a Film) de Radiohead:

Luhrmann conoce en este proyecto a Nellee Hooper. A Luhrmann le gusta la música de Radiohead y le pide -vía Hooper- a Thom Yorke que escriba una canción para la película. El tiempo pasa, el dinero se acaba. El tiempo pasa y llega más dinero. El tiempo y el dinero se acaban y una semana antes de dar los últimos toques de edición a la película, Mr. Yorke envía el trabajo que le encargaron. De ahí que e Exit Music (For a Film)encaje tan bien con la película y sólo suene en los créditos finales.

Vean Romeo+Juliet, y si ya la vieron, vuelvan a verla pero ahora con más atención y sin los lentes oscuros del disgusto por las historias de amor.

Big Fish

En una ocasión viendo Le fabuleux destin d'Amélie Poulain (Jean-Pierre Jeunet, 2001), mi amiga Ollinca dijo: "Con esta película te dan ganas de vivir", yo creo que con ésta otra también.


Del año 2003 Big Fish llega a LA SALA de la mente de Tim Burton para asombrar y conmover hasta al más apático espectador; y no es sólo por tener al guapo de Ewan McGregor o a la encantadora Helena Bonham Carter en el reparto, oh! no, es por su historia de historias. La situación presentada es el entramado de cuentos que relatan la vida de Edward Boom (McGregor) y que entre gigantes, circos, siamesas y un fantàstico etcétera de personajes, nos recuerda lo maravillosamente bizarra que uno puede convertir a la vida.

Los efectos especiales encajan a la medida con la historia, ya que no son demasiados y permiten una fluida a intercalada relación entre realidad y ficción, lo que permite seguir tanto la línea de la película como la línea de vida del protagónico, quien cercano a su muerte logra ser aceptado tal y como no es por su hijo.

Una película con la que dan ganas de vivir y experimentar la vida, o experimentar con ella. y encontrar un buen pretexto para re-considerar y re-pensar las relaciones sentimentales, en especial a las personas y la forma en que las vemos y apreciamos.

martes, 5 de abril de 2011

The Big Lebowski

Comedia fina, fina, fina... y de los Coen.

Jürgen Habermas explica que una obra "de culto" es aquella que logra superar las barreras del tiempo y que siempre logra estar a la vanguardia. The Big Lebowski de 1998 es una de ellas. La simpleza de su guión y las para nada espectaculares pero perfectas actuaciones logran una encantadora, fina y bizarra comedia.

La historia que estos vaqueros hermanos desean relatar es una de las aventuras de The Dude: carismático personaje que desempleado y con pocas motivaciones para emprender grandes proyectos, vive felizmente jugando a los bolos y fumando marihuana. Pero un mal día, la rutina de The Dude se ve interrumpida por un par de gángsters que entran a su casa a golpearlo y orinar en su tapete pensando que es The Big Lebowski.

Animado por sus amigos, The Dude decide buscar al otro Lebowski y pedirle una compensación por su arruinado tapete. Sin embargo, nuestro anti-héroe no sólo consigue una alfombrilla nueva, sino un trabajo que le acarreará una quijada hinchada, una amenaza de muerte por parte de un grupo de alemanes nihilistas, una amante artista y feminista y una serie de eventos desafortunados que lo harán extrañar su pasada y pasiva vida.

The Big Lebowski es una de esas películas siempre disfrutables. Con Jeff Bridges, Julianne Moore, Peter Stormare, Steve Buscemi y -¿por qué no?- Flea en las actuaciones, los Coen en el guión y una amalgama musical compuesta por Bob Dylan, Elvis Costello, Nina Simone, Moondog y demás, no pretende cambiar la vida del espectador, o proponerle una complicada historia, lo único que promete y cumple es maravillar y divertir con su simple humor negro.