A ritmo de mambo
La combinación de altas dosis de creatividad y un bajo presupuesto a veces resulta en trabajos tan interesantes como divertidos. Uno de mis ejemplos favoritos de esta bien lograda ecuación es esta joyita del cine mexicano de 1952.

Así, Triquitrán (Tin Tan) una vez elegido para contraer matrimonio con la hija del jefe de la tribu vecina (Lilia del Valle), encuentra a su “amorcito cavernario”. Lamentablemente el día de su boda y a causa de los celos de Tracatrá (Wolf Ruvinskis), su celoso amigo, cae bajo el hechizo de un sueño que lo tumba en la cama por miles de siglos, salvándolo de una erupción volcánica que destruyó su mundo y conservándolo en perfecto estado.
De regreso a la trama original después del hallazgo, el cavernario despierta aterrando a todos los presentes e iniciando una historia de reencarnación y amor.
El bello durmiente, una divertida versión muy a la mexicana del popular cuento de La Bella Durmiente, que alegra cualquier momento.
Ajaja una joya de nuestro querido cine de oro mexicano. Me declaro enamorada de Wolf Rubinsky y lo mejor es en la fiesta de disfraces cuando Tracatá le aflora: "Aaaaaahhhhhh... ¿Quién fue? ¿Quién grito? ¿Quién lo hizo?"
ResponderEliminarahhh!!! jajajajajajajaja
ResponderEliminarClaro!! pero qué tal cuando le estàn enseñando a cantar a Triquitràn y en una de esas le dicen "Así no!" y él responde cantando "Así noooo!"
jajajajajaja
Gracias por tu comentario Jess
Un abrazo rumbero